Criar no es tarea sencilla, y es válido equivocarse. Identificar las falencias evita complicaciones.
Educar es uno de los retos que más tranquilidad les roban a los padres, pues está en sus manos la formación de un ser humano, y lo que él aprenda en casa le servirá para desenvolverse socialmente.
Cometer errores es parte de este proceso, señala la psicóloga Annie de Acevedo en su libro La buena crianza. La experta explica, además, que influyen factores como la personalidad del niño, la genética y las circunstancias de cada padre. Lo más importante es que esta experiencia se disfrute como única y que los papás aprendan de las equivocaciones sin llenarse de culpa.
Es indudable que formar a un niño no es un proceso fácil, pero existen aspectos que, al identificarse, ayudan en la tarea.
Las psicólogas de familia e infancia María Elena López y María Carolina Sánchez Torín señalan los principales desaciertos que se cometen en la crianza de los hijos.
Los más frecuentes
Premiar conductas
Los éxitos de los niños deben ser reconocidos para hacerlos sentir capaces. Sin embargo, premiarlos porque estudian o hacen actividades que se espera que hagan, pues es su deber, les hará esperar siempre algo a cambio.
Castigar no es clave
El concepto del castigo está mandado a recoger. Muéstreles sus errores y las consecuencias de sus actos. No se vale, bajo ningún punto, golpearlo o hacerlo sentir incapaz o inferior.
No darles autonomía
Los niños deben tener obligaciones de acuerdo con su edad, como recoger los juguetes, tender la cama o guardar los zapatos. Pero si se les hace y se las da todo, crecerán como un brazo de los padres.
No dedicarles tiempo
A pesar de los horarios extenuantes de trabajo, pasar tiempo con los hijos es imperativo, no electivo, pues ellos necesitan que su familia los conozca y sepa sus gustos e intereses. Llámelos por teléfono e involúcrese en las actividades del colegio.
Sobreproteger
Están los padres que no les permiten a los niños aprender a través de la exploración del mundo. La frustración ayuda en la crianza. Enséñeles que existe la palabra 'no'. No confunda el darles todo lo que necesitan con todo lo que quieren.
Sobreexigir
Al pedirles más de lo debido, se los frustra o si se les compara y menosprecia haciéndolos sentir incapaces, no se les ofrecen metas y se les generará culpa por no responder a lo que sus padres esperan de ellos.
No respetarlos
A pesar de ser los padres, esto no les confiere derecho para inmiscuirse en sus vidas y tratarlos como seres que no piensan o no tienen criterio. Aunque se toman decisiones por ellos, son importantes sus opiniones e intimidad.
Falta de disciplina
Ser inflexible es tan dañino como no fijar normas. La disciplina es guiar a los niños para que sepan qué está bien o mal. Consistencia, congruencia (practicar lo que se exige) y persistencia, la clave.
Ser un mal modelo
Usted no le puede enseñar al pequeño a ser honesto si se pasa el semáforo en rojo. Los adultos no siempre tienen la razón, por eso, además de dar ejemplo, es importante escuchar a los pequeños y darles opinión y participación.
Autoritarismo
Establecer autoridad en casa no es ser inflexible y estricto. Que los niños reconozcan el poder de los padres se da con un proceso que se construye con una relación amorosa y firme. Haga exigencias razonables.
fuente:http://www.eltiempo.com/vida-de-hoy/educacion/diez-errores-comunes-en-la-crianza-de-los-hijos_10478628-4
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