Según el psicólogo Leonardo Aja, director científico de la Corporación Buscando Ánimo, es fundamental que los padres fomenten habilidades sociales como la honestidad, el respeto, la tolerancia y la vida en comunidad, por una simple razón: la supervivencia depende de los demás.
Por su parte, el psiquiatra Jorge Mc Douall Lombana, director ejecutivo de Mentor Colombia, organización que promueve el desarrollo integral, afirma que la formación de los niños depende de cómo fueron criados los padres. De ahí la importancia de revisar prácticas y creencias, y reconocer cuáles son indebidas, para no transmitirlas.
"Este tipo de formación (en derechos humanos) no se basa en teorías; es un proceso vivencial que debe practicarse todos los días", afirma Mc Douall.
Ambos expertos coinciden en que sin una formación humanística adecuada existe la posibilidad de criar niños que se convertirán en adultos con problemas de adaptación social.
A continuación, sus recomendaciones para fomentar valores en derechos humanos desde la casa.
Enseñe a valorar las diferencias
Los niños deben adquirir una visión amplia sobre las posibilidades (buenas y malas) que ofrece la vida. Hay que inculcarles la noción de que cada persona es única, diferente. Enséñeles desde los primeros años, cuando empiezan a configurar su comportamiento, a reconocer al otro como la persona que es y no como la que quisieran que fuera.
Para ser tolerantes, ellos tienen que aprender a reconocer y sacar lo bueno de cada quien y a rechazar lo malo, y entender que ser diferente no es algo que nos haga mejores o peores.
Para ser solidario hay que compartir
El ejercicio de compartir es el pilar de la solidaridad, ayuda a ponerse en 'los zapatos del otro', a tener buenas relaciones con los demás y a trabajar en equipo, algo que resulta fundamental en la vida de adultos. Pero los niños no nacen aprendidos.
Comience por enseñarles a compartir un pan; indíqueles cómo pedir prestados los juguetes y cómo prestarlos, a conocer y a respetar sus espacios propios y los de los demás.
Enseñar valores como la autosuficiencia o el heroísmo puede formar a niños antisociales.
Un buen miembro de familia será un buen ciudadano
El niño debe aprender a ser una buena persona en la familia para que pueda ser un buen elemento para la sociedad.
La frase "el buen ejemplo comienza por casa" no es de cajón. Los niños son el resultado de lo que les enseñan sus padres. El pequeño puede aceptar algunas fallas morales, como hacerse negar cuando llaman por teléfono, colarse en las filas de los bancos, cruzar un semáforo en rojo o arrojar basura a la calle. Es necesario revisar las conductas culturalmente aceptadas con las que crecieron algunos padres, para no heredarlas.
Cero violencia en el colegio
Si se presenta violencia en las aulas de clase hay que revisar tres asuntos: la perspectiva de la víctima, que no se defiende y que no tiene quién la defienda; la de los espectadores, que toleran y aceptan el maltrato, y la del maltratador, que se aprovecha del más débil.
Fuente: http://www.eltiempo.com/vida-de-hoy/educacion/el-futuro-de-la-sociedad-est-en-manos-de-la-educacin-familiar_11020485-4
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